Empecemos por el principio… ¿Qué es el ozono?
El ozono (O3) es una molécula compuesta de tres átomos de oxígeno que se forma al disociarse por una fuente de energía los dos átomos que componen el gas oxígeno (O2 ): cada átomo de oxígeno liberado se une a otra molécula de oxígeno gaseoso y forman moléculas de ozono. A temperatura y presión ambientales, es un gas incoloro.
El ozono es una de las sustancias con un mayor poder desinfectante de las conocidas; se estima una potencia al menos 10 veces mayor que la popular desinfección con cloro y derivados, también con un efecto notablemente más rápido. Por tratarse de un gas inestable, no puede ser almacenado ni transportado como otros gases industriales, y debe ser generado in situ solo cuando es necesario. Es un agente fuertemente oxidante (capta electrones de otras moléculas) con probados efectos fungicidas, bactericidas y viricidas: según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es uno de los desinfectantes más eficientes para todo tipo de microorganismos, tanto uni como pluricelulares. Diversos estudios sugieren que una correcta desinfección con ozono elimina > 90% de las bacterias en el aire. Puesto que también se ha planteado que los virus son más susceptibles al ozono que las bacterias, podría asumirse que se eliminarían en su práctica totalidad; algunos estudios sugieren que, en condiciones de laboratorio, puede eliminar > 99% de los virus en tan solo 20 segundos. Pero hay una gran incertidumbre sobre las dosis a aplicar y su toxicidad en humanos.

Ozonización o generación de ozono
Consiste en la aplicación industrial del ozono con fines desinfectantes dadas sus potentes propiedades oxidantes; se usa fundamentalmente como agente depurador y purificador de aguas, en la desinfección del aire y superficies y en la eliminación de malos olores, habiéndose planteado también su uso como descontaminante en industria alimentaria, a fin de minimizar la presencia de microorganismos en los alimentos, prolongar su conservación y asegurar la ausencia de olores indeseables.
Ozonización de aire y superficies
En la desinfección de aire y superficies, el ozono tiene la principal ventaja de su alta capacidad de penetración, pues, al tratarse de un gas, puede expandirse en un espacio cerrado y alcanzar zonas que no se alcanzarían con otras técnicas de desinfección (por ejemplo, las lámparas de radiación UV, que solo son eficaces sobre microorganismos presentes en el aire o zonas cercanas a la zona de emisión/aplicación). Además, de desintegra en oxígeno con una vida media de 20-60 min, por lo que no deja ningún residuo tóxico para los humanos ni contaminante para el medio ambiente.
Sin embargo, este tipo de higienización por aire cuenta con algunas desventajas:
- Tiene requerimientos técnicos complejos
- Es altamente reactivo y corrosivo también sobre materia inorgánica y, por ello, en la fabricación de ozonizadores se recomienda el uso de materiales como acero inoxidable.
- Su elevada toxicidad multiorgánica por vía inhalatoria obliga a evitar la exposición de personas.
- Coste relativamente alto en comparación con otras técnicas de desinfección.
- Puede ser explosivo a concentraciones altas, haciendo necesario extremar las precauciones en el uso de los sistemas de generación.
La desinfección con ozono de aire y superficies en espacios cerrados puede tener cierto papel en la lucha contra la COVID-19, por la reducción potencial de la carga viral ambiental y del riesgo de contagios. Sin embargo, aún no se ha evaluado específicamente su eficacia contra el coronavirus SARS-CoV-2, ni contra otra especie de coronavirus.

Ozonización de agua
Después de lo que te hemos contado sobre los purificadores de aire de ozono, es probable que se pueda tener cierta desconfianza al usar un purificador de agua de ozono. Afortunadamente, mientras que el ozono es una cosa terrible para respirar, no es ni la mitad de peligroso si se ponen en agua. Se utiliza comúnmente para el tratamiento de aguas.
Los purificadores de agua a través de ozono se usan principalmente en el lavado de ropa, ya que eliminan virus, bacterias y hongos que irremediablemente quedan adheridos a los tejidos a tratar. Es ideal para personas alérgicas, tanto a los detergentes como a elementos que pueden quedar adheridos a los tejidos de la ropa como polen, ácaros, etc.

Además, la ozonización de agua tiene diferentes aplicaciones:
- Elimina y previene intoxicaciones alimentarias producidas por microbios como puede ser la salmonella.
- Desinfección en el lavado de manos; consigue una alta desinfección sin necesidad de utilizar productos químicos., especial para manos con hipersensibilidad a químicos como el cloro o la lejía.
- Purifica el Agua de la red; eliminando sabores y olores desagradables.
- Descontaminación de frutas, hortalizas y verduras, consiguiendo la degradación completa de residuos de plaguicidas y fertilizantes en frutas y hortalizas, además de eliminar bacterias.
- Descontamienación de huevos, pescados y carne, al lavar los alimentos con el ozonizador de agua se consigue eliminar los microbios perjudiciales de su superficie, así como residuos de hormonas.
- Limpieza de boca, el ozono en el agua de cepillado previene las enfermedades bucodentales, como el olor de boca, la gingivitis, etc.
En Depuralba somos especialistas en tratamientos de agua y en la purificación de la misma a través de la ozonización. Por eso contamos con diferentes modelos, diseñados para instalarse en cualquier tubería de agua y obtener agua ozonizada al instante. Los recomendamos especialmente para el lavado de ropa tanto en el ámbito doméstico como a nivel industrial.